Homenaje Columna Durruti. Madrid 15 noviembre 1936 - 2025. 6. Clausura Plaza Ramón y Cajal Metro Ciudad universitaria

Homenaje Columna Durruti. Madrid  15 noviembre 1936 - 2025. 6.  Clausura Plaza Ramón y Cajal  Metro Ciudad universitaria


 

6.  Clausura Plaza Ramón y Cajal  Metro Ciudad universitaria

 

Columna Durruti a partir del 20 de noviembre de 1936.  Vigésimo sexta División

La muerte de Durruti supuso un punto de inflexión para el movimiento libertario, lógicamente también para su columna. Tras la muerte de Durruti se le confió el mando de los milicianos de la Columna Durruti en el frente de Madrid a Ricardo Sanz en Madrid que hasta esa fecha era Inspector General del frente de Aragón. La Columna en el Frente de Aragón, siguió comandada por Lucio Ruano (personaje obscuro, que acabó siendo relevado de su puesto por acusaciones de maltrato a los milicianos, robo y colaboración). La suma de esos hechos y la negativa de los soldados a la militarización en diciembre de 1936 fuerza su destitución siendo sustituido en enero por José Manzana. Al fin alrededor de un 60% de los milicianos aceptan integrarse en la nueva estructura. En el plano militar, en febrero los facciosos lanzan una ofensiva que es controlada. En marzo, la división Durruti trata de avanzar y después, en abril, colabora en operaciones sobre Huesca. Es ésta una época de continuos retrocesos del movimiento libertario a nivel político, que va a desembocar en los Hechos de Mayo.

La división Durruti pasa a nombrarse 26ª División en el mes de abril y en mayo se pone al frente de ella Ricardo Sanz, mientras a pesar de estar encuadrada en el ejército regular prosigue la penuria de material. En los meses de junio y agosto, las fuerzas participan en ofensivas sobre Huesca y Zaragoza (batalla de Belchite) respectivamente. En este último mes se procede a disolver el Consejo de Aragón, hito postrero de la derrota de la revolución social en aquellas tierras. (
Ricardo Martínez Catalán Rumbo a Zaragoza. Crónica de la Columna Durruti. 2019)

La Columna, ya militarizada, participó en la Batalla del Ebro y continuó en
combate hasta que, a principios de 1939 fue de los últimos batallones en huir hacia Francia. Una vez en el país vecino muchos de ellos iniciaron un periplo que empezó con el alistamiento forzoso en el Ejército francés, que les llevaría en la II Guerra Mundial a África para reconquistar el Chad, colonia francesa que se unió el 26 de agosto de 1940 a los aliados. Otros acabaron en el campo de concentración nazi de Mathausen (Austria) a
unos 20 km. de Linz, de los cuales casi ninguno sobrevivió. Hubo también un grupo que formó parte de la Resistencia Francesa, participando en la liberación de Toulouse y al acabar entraron de nuevo a España para integrarse en los maquis que operaban en Asturias y los Pirineos.


Los Amigos de Durruti

En octubre de 1936 el decreto de militarización de las Milicias Populares produjo un gran descontento entre los milicianos anarquistas de la Columna Durruti, en el Frente de Aragón. Tras largas y enconadas discusiones, en febrero de 1937, cerca de un millar de milicianos voluntarios, establecidos en el sector de Gelsa, decidieron abandonar el frente y regresar a la retaguardia. Se pactó que el relevo de los milicianos opuestos a la militarización se efectuaría en el transcurso de quince días. Abandonaron el frente, llevándose las armas, en uno de los episodios de derrotismo revolucionario más ejemplares y radicales de la historia. En la guerra ya no se combatía por la revolución, sino por un Estado democrático contra un Estado fascista, y, por tal motivo, 800 milicianos abandonaron el frente, armados, para bajar a Barcelona a hacer la revolución.

Ya en Barcelona, junto con otros anarquistas (defensores de la continuidad y profundización de la revolución de julio, y opuestos al colaboracionismo confederal con el gobierno) los milicianos de Gelsa decidieron constituir una agrupación, como tantos otros existentes en los medios anarcosindicalistas. Así pues, la Agrupación se constituyó formalmente en marzo de 1937, tras un largo período de gestación de varios meses, iniciado en octubre de 1936. La Junta directiva fue la que decidió tomar el nombre de "Agrupación de Los Amigos de Durruti", nombre que por una parte aludía al origen común de los exmilicianos de la Columna Durruti, y que como bien decía Balius, no se tomó por referencia alguna al pensamiento de Durruti, sino a su heroica muerte y a su mitificación popular.  

"No queda otro camino que el de una nueva revolución. Vayamos a su preparación. Y en el fragor de la nueva gesta nos volveremos a encontrar en la calle los camaradas que hoy batallan en los frentes, los camaradas que yacen tras rejas y los camaradas que en la hora actual aún no han perdido la esperanza de una revolución que rinda justicia a la clase
trabajadora.
A la consecución de una nueva revolución que dé satisfacción completa a los obreros de la ciudad y del campo. A la consecución de una sociedad anarquista que dé satisfacción a las aspiraciones humanas.
¡¡Adelante, camaradas!!" (
Jaime Baius Hacia una nueva revolución 1938)


El monumento a Durruti y su columna en León

El sindicato CGT inauguró el  20 de noviembre de 2009 en León el primer monumento dedicado en España al colectivo revolucionario del anarquismo, con motivo del 73 aniversario de la muerte del anarquista español Buenaventura Durruti (1896-1936).



La obra, bautizada como Hálito Durruti, se ha colocado en el solar donde estaba la casa donde nació hoy hace 73 años «el icono principal de las ideas libertarias», en referencia a Buenaventura Durruti, en la Plaza de Santa Ana, de León, según ha precisado el autor del monumento, Diego Segura. Además, este lugar de la ciudad de León donde se ubica la obra escultórica supone la entrada y confluencia de todos los peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela.

El escultor y autor de la obra, natural de la ciudad de Ceuta y residente en León desde 1982, ha matizado que «no es un monumento al personaje Buenaventura Durruti, sino que supone un homenaje para sacar del olvido histórico a aquellos hombres que lucharon con él».


En el monumento, la roca simboliza la firmeza, la rotundidad de las convicciones, la piedra caliza Aragonesa a la sencillez del paisanaje, su origen popular y humilde, su formar parte del paisaje común, su no destacar. En su interior, como en las geodas, está su esencia, la joya de su espíritu de luz, su hálito. Como una flor de luz interior, este hálito va incrustado en la roca vaciada, forrando sus paredes interiores curvadas de plancha de bronce dorado pulido y entre ellas un cilindro que, a modo de pistilo, simboliza la rectitud y la firmeza de ánimo de ese conjunto de valores éticos en memoria de todas esas mujeres y hombres que las ejercieron

El «Hálito Durruti» supone el segundo monumento que existe en el mundo dedicado al colectivo anarquista, por detrás del de Tiflis (Georgia), según fuentes de la organización del evento. Durruti ya disponia de tres calles situadas en Trobajo del Camino y San Andrés de Rabendo (León) y La Zubia (Granada).

La escultura ha sido donada altruistamente por la Confederación General del Trabajo (CGT), cuyos representantes destacaron que el monolito honra a todos aquellos que llevaron «un mundo nuevo en sus corazones» y leyeron un poema del autor leonés Victoriano Crémer., Fábula de B.D. publicado en 1946 en plena España franquista


Videos

José Buenaventura Durruti, revolucionario, Documental Televisión Castilla y León

https://youtu.be/bNfnhZs6a4I


 

 

 Clausura: Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones 

El origen de este acto, fue tener conocimiento de la primera acción conocida del grupo de arte de vanguardia Zaj. Transcurrió en Madrid, el 19 de noviembre de 1964. Participaron Juan Hidalgo, Walter Marchetti y Ramón Barce. Trasladaron tres objetos «de forma compleja, construidos en madera de chopo», desde Batalla del Salado hasta Moncloa, Curiosamente uno de los recorridos atribuidos a la Columna Durruti y cerca del lugar donde éste fue herido de muerte. Los artistas, tras finalizar su performance, dieron noticia de lo ocurrido mediante una hoja impresa en la que invitaban a sus amigos a algo que ya había ocurrido.

 


Como los tres organizadores no tenemos base artística, se nos ocurrió repetir este homenaje pero, dado que aún es posible hacerlo, invitando a los amigos a que acudieran antes de su celebración.

Queremos daros las gracias por venir. Nuestro objetivo es homenajear a estas personas, mujeres y hombres, que apostaron por la libertad, y por conseguir ese mundo nuevo que, aunque  Durruti no lo dijera en esa entrevista inexistente del Toronto Star, estamos seguros de que tanto él como su Columna hubieran subscrito en su totalidad..

Queremos acabar recordándolos a todos, porque sólo desde el recuerdo y aprendiendo de los errores se puede lograr ese mundo que deseamos y por el que tantas personas han luchado.
 


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