Homenaje Columna Durruti. Madrid. 15 noviembre 1936 - 2025. 4ª Parada. Calle Isaac Peral frente a Hospital Clínico
Homenaje Columna Durruti. Madrid. 15 noviembre 1936 - 2025.
4ª Parada. Calle Isaac Peral frente a Hospital Clínico
4ª Parada. Calle Isaac Peral frente a Hospital Clínico.
Historia de la Ciudad Universitaria
La reina Isabel II reabrió las universidades que su padre, Fernando VII, había cerrado y en 1836 trasladó el campus de la Complutense a Madrid, pasándose a llamar Universidad Central y alojándola principalmente en la calle de San Bernardo, pero también en una serie de caserones y locales dispersos por el casco urbano de Madrid, dando así lugar a una universidad físicamente fragmentada, Alfonso XII plantea construir una Universidad Moderna a las afueras de Madrid en la finca de La Moncloa, cedida al Estado y de éste al Ministerio de Instrucción Pública en 1928.
El 15 de enero de 1933 quedó inaugurada el ala este de la Facultad de Filosofía y Letras. Con esta inauguración, se estrenaba, de paso, el complejo universitario entero
En octubre de 1936, centenario del traslado a Madrid de la Complutense, estaba previsto inaugurar las facultades de Filosofía y Letras y la de Farmacia, así como la Escuela de Arquitectura, algunos campos de deporte y residencias de estudiantes.
A partir de noviembre de 1936 el paisaje universitario se convirtió en el paisaje de una larga batalla. En el mes de noviembre, cuando las tropas sublevadas llegaron a la capital, el campus todavía estaba en obras, pero contaba ya con numerosos edificios, muchos de los cuales perviven en la actualidad, como la Casa de Velázquez, las Facultades de Filosofía y Letras, Ciencias, Medicina, Odontología y Farmacia, el Hospital Clínico y la Escuela de Arquitectura. Otros edificios, como la Escuela de Ingenieros Agrónomos y la Fundación del Amo, existían entonces pero tuvieron que ser totalmente reconstruidos tras la guerra.
La situación quedaría finalmente cristalizada hasta el final de la guerra, de la forma siguiente: las tropas Sublevadas ocupaban una bolsa en la Universitaria conectada con la Casa de Campo por la "Pasareía de la Muerte"; los edificios (o lo que de ellos iba quedando) en los que se situaron fueron el Clínico, el Asilo de Sta. Cristina, el Instituto de Higiene, la zona de Residencias, las Escuelas de Agrónomos y Arquitectura, la Casa de Velázquez y el Palacete. En el resto de los edificios y en el Parque del Oeste, se encontraron las fuerzas Republicanas, a distancias de hasta 50 metros del enemigo.
Asilo Santa Cristina
El Asilo Santa Cristina se funda en 1895 este complejo (con 30 pabellones) fue edificado para que enfermos y mendigos tuvieran un lugar donde poder alojarse; de este modo se pretendía reducir la mendicidad y promover el trabajo entre ellos. Para el mantenimiento del asilo, sus huéspedes debían pagarse la estancia trabajando o realizando los talleres que en él había. Albergaba, además, enfermos desahuciados, que recibían cuidados en el Instituto Rubio, que lindaba con la propiedad.
En 1927 se proyectó la construcción de la Ciudad Universitaria junto al Asilo. En 1936, el estallido de la Guerra Civil, alteró sustancialmente el proyecto de Ciudad Universitaria y el devenir del recinto, incluido el Asilo. La batalla de la Ciudad Universitaria fue una de las más cruentas de la guerra, destruyéndose buena parte de lo que se había construido. El Asilo quedó totalmente destruido. El 15 de noviembre de 1936 el Asilo fue tomado por el ejército republicano, como residencia y lugar de combate, y tan sólo dos días más tarde, lo hizo el ejército sublevado; establecida la línea de frente sobre todo ese espacio durante mas de dos años y medio, los intensos bombardeos determinaron la ruina de los edificios, de forma que al finalizar el conflicto en 1939 se optó por derribar lo poco que había quedado en pie.
En 1954, se erigió un templete y se procedió a la instalación de una pequeña escultura de la Inmaculada Concepción, encontrada entre los escombros del antiguo Asilo y perteneciente a la capilla que se erigía en él, en lo que se conoce como el Parque de la Virgen Blanca
Hospital Clínico
A pesar de la insistencia en renovar el antiguo Hospital Clínico de Atocha (1888), no es hasta después de la epidemia de gripe de 1919, que se decide su construcción y al necesitar estar anejo a la Facultad de Medicina. Esta construcción no se inicia hasta 1932, cuando comienzan las obras de explanación de los terrenos para edificar el Hospital Clínico en el Cerro del Pimiento, estando previsto un hospital con una capacidad de 1.500 camas y con nueve plantas en la mitad norte y siete en la mitad sur.
En abril de 1936 las obras estaban acabadas, y estaba prevista su inauguración en octubre de 1936, coincidiendo con el centenario del traslado de la Complutense a Madrid, nada hacía suponer que este edificio supondría ser un objetivo codiciado durante lo que sería la Defensa de Madrid.
La batalla por el Hospital Clínico fue intensa. Si en un lugar se combatió con especial virulencia en el frente de Ciudad Universitaria de Madrid ese fue el Hospital Clínico. Un lugar donde la mortalidad fue enorme y donde los dos bandos lucharon hasta la extenuación, sobre todo a finales de noviembre de 1936. Peleando con dureza, habitación por habitación, incluso a bayoneta calada, las refriegas en los pasillos obligaron a improvisar parapetos con cadáveres y el lanzamiento de granadas de mano se llegó a hacer por los huecos de los ascensores.
La batalla por el Hospital Clínico se debió prolongar hasta al menos el 30 de noviembre, fecha en la que se debieron retirar las columnas republicanas, ya que a partir del 1 de diciembre comienzan las voladuras, la guerra de minas en el Hospital Clínico dura hasta el final de la Guerra, sobre todo hasta 1938.
Tras la guerra, el Hospital Clínico queda totalmente destruido. A pocos metros del Hospital (en lo que era el Asilo de Santa Cristina) el 28 de marzo de 1939, se produjo la entrega simbólica de Madrid entre el coronel republicano Adolfo Prada y el coronel franquista Eduardo Losas.
Posteriormente el Hospital se reconstruye de nuevo. En 1951 se traslada la primera cátedra al nuevo Hospital Clínico siendo atendido el primer enfermo en enero de 1951. No obstante hasta 1965 no se clausura el Antiguo Hospital de Atocha inaugurándose completamente el nuevo Hospital en el año 1969. En 1972 de cierra definitivamente la antigua Facultad de Medicina situada junto al Hospital entre la calle Atocha y Santa Isabel, pasando a ser sede del Colegio de Médicos de Madrid.
La Columna Durruti. 15 a 19 noviembre de 1936
Intentaremos reconstruir la posición de la Columna Durruti en la batalla de la Ciudad Universitaria en base a lo relatado en los libros de Abel Paz (Duruti en la Revolución Española 1986) y el de Eladi Romero (La Columna Durruti 26 División del Ejército Popular de la República. 2018).
En la tarde del 15 de noviembre, José Mira, miembro de la Columna Durruti relata :"llegó Durruti y nos dijo: “-Preparaos para salir a las dos de la madrugada hacia la Prisión Celular; allí, sobre el terreno, estudiaremos la forma mas conveniente y terminaremos de ponemos de acuerdo”. “La distancia que media hasta el cuartel de la Moncloa la hicimos a pie. En cabeza iba el “Grupo Madrid”, dirigido por el camarada Timoteo , que moriría ante el enemigo el 5 de enero de 1937, en Puerto Aravaca. A nuestra llegada a la cárcel veo a Durruti y Manzana que aguardaban impacientes nuestra llegada. Ante un plano de la Ciudad Universitaria se nos señalan las posiciones que hemos de ocupar. Al apuntar el día, desplegamos por dos flancos: Liberto, con sus fuerzas, entró por el Parque del Oeste, continuando avanzando hasta ocupar el Instituto Rubio, encontrándose en ese avance una resistencia feroz. A mí me fue designado
el flanco izquierdo, que comprendía el Asilo de Santa Cristina y edificios colindantes, la tapia que da al paseo y que sigue hasta el Hospital Clínico (ocupado por el V Regimiento), Casa de Velázquez, y Filosofía y Letras. Nuestro avance coincidió con el que el enemigo había iniciado, encontrándonos ambos a cuerpo descubierto. La matanza fue horrible, tanto para ellos como para nosotros; tuvimos, en diferentes ocasiones, que aceptar el ataque cuerpo a cuerpo. A las siete de la mañana, sigue escribiendo Mira, se ocupó el Hospital Clínico, y quedó a su custodia la Centuria 44, que llevaba a Mayo Farrán como delegado, hasta que a las once de la mañana, unas fuerzas del quinto regimiento con Orden Escrita del Estado Mayor de quedarse de guarnición en el Clínico, apoyando el avance de nuestras fuerzas. “Mientras tanto, prosigue Mira, varios intentos de asalto a la Casa de Velázquez habían fracasado por falta de personal, ya que la mayoría de los refuerzos nuestros habían sido diezmados considerablemente, y otros estaban ocupando posiciones (Santa Cristina) de las rescatadas a primeras horas de la mañana”.
José Mira escribe que aquella noche del 16 al 17, estuvieron luchando por ocupar la Casa de Velázquez y Filosofía y Letras. También dice que en el sector del Hospital Clínico dicha noche apenas hubo lucha, e indica que “el comandante Minenza abandonó o evacuó, como quiera llamársele, el Hospital Clínico , a las 23 horas”.
El día 17 de noviembre fue un día aciago. Los bombardeos sobre la capital fueron terribles. Las tropas del general Asensio, ya bien reforzadas en ese día 17 de noviembre,fueron lanzadas al ataque en tres direcciones: las que conducían Barrón, sobre la Residencia de Estudiantes, con la intención de ganar los paseos de Rosales y Moret por el Parque del Oeste; las de Serrano, en dos columnas, contra el Asilo de Santa Cristina y el Hospital Clínico, para abrirse vía hacia Cuatro Caminos Para alcanzar el Hospital Clínico a las tropas de Serrano les era preciso antes atacar el Asilo de Santa Cristina, donde estaban guarecidos parte de los restos que quedaban de la Columna “Durruti”. El choque fue violentísimo. Y la lucha cuerpo a cuerpo se repitió incesantemente.
En el fragor de estos combates, algunas tropas se desbandaron, sobre todo las que quedaban en el Hospital Clínico, que había dejado el comandante “Minenza” antes de evacuarlo la noche anterior. Parte de todos estos tránsfugas salieron corriendo hacia la Plaza de la Moncloa; pero allí fueron detenidos por un grupo que Miguel Yoldi pudo organizar, aunque la mayoría de ellos no pertenecían a la Columna. Pistola en mano, se detuvo a los que corrían, cortándose con ello la incipiente ola de pánico
A las 16 horas del día 17, Cipriano Mera se entrevistó con José Manzana para ayudarle a situar fuerzas frente al Hospital Clínico:
"Aquella noche del día 17 al 18 de noviembre, cuando Durruti, al filo de medianoche, pudo reunir a los delegados de centuria en la Facultad de Ciencias, el balance que se hizo de las 36 horas de lucha era terrible. Más de la mitad de los efectivos habían caído en la lucha. En total, de los mil setecientos hombres que entraron en combate, apenas quedaban 700, y, en tan malas condiciones que llevaban treinta y seis horas sin probar bocado ni un sorbo de café. El frió helaba hasta los huesos. La lluvia caía constantemente".
A la mañana siguiente, los frentes de la Ciudad Universitaria volvieron a convertirse en terribles cráteres volcánicos, y por doquier se sembraba la muerte y el exterminio. Durruti, cuando se despidió de Liberto Ros y de José Mira, les dijo que iba a intentar que se reemplazara a los más cansados. Durruti se entrevistó con Vicente Rojo y el general Miaja en el Ministerio de la Guerra. Les informó de la situación en que se encontraba su Columna o lo que quedaba de ella, que no serían más de unos 400 hombres, pero lo único que consiguió fue la promesa de intentar el relevo el 19 de noviembre. Había que aguantar hasta entonces. Apoderarse, si era posible, del Hospital Clínico, y mantener las líneas interiores en la Ciudad Universitaria.
Desde su salida del Ministerio de la Guerra, hasta las 20 horas de ese día 18 de noviembre, Durruti empleó su tiempo en visitar las nuevas posiciones que había ocupado la Columna.
El 18 de noviembre se inicia el ataque al Hospital Clínico "Todavía era de noche, por lo que no pudimos ver el desarrollo inicial del ataque; pero hacia las siete comprobamos que nuestras fuerzas se encontraban en algunos de los pisos del Clínico que daban al exterior y en las azoteas. Durruti mandó un parte al capitán encargado del asalto, recomendándole, ante todo, la ocupación de la planta baja y los sótanos, para efectuar luego la limpieza del resto del edificio. Esta orden era debida a habernos enterado, por los enlaces, que al efectuar el ataque se había encontrado alguna resistencia en la parte baja, y por ello los milicianos se fueron hacia los pisos superiores. Cipriano Mera le dijo a Durruti que recordaba perfectamente, de cuando había estado trabajando allí como albañil, que
en el Clínico existía una galería que iba a dar al colector general del Manzanares, y era suficientemente amplia como para permitir transitar por ella. Durruti le envió con urgencia una orden al capitán para que ocuparan los bajos y los sótanos. Pero esa orden llegó tarde. Dueños como eran de la planta baja los facciosos,las fuerzas instaladas en los pisos superiores quedaron incomunicadas. Había que atacar de nuevo, afrontando a los que estaban en la planta baja. Durruti contaba con un batallón de reserva, y mandó a su jefe que enviara dos compañías sobre el Clínico.
Eran las 12:30 horas del 19 de noviembre de 1936, cuando Durruti recibió este parte de Mira: “Camarada Durruti: Nuestra situación es desesperada; procura, por los medios que sean, sacarnos de este infierno. Hemos tenido muchas bajas, y por si esto fuera poco, son siete días los que ni comemos ni dormimos; por lo tanto , reconozco que físicamente estamos deshechos... Espero tu pronta contestación, te saluda. Mira”
Inmediata a esta lectura envió con un enlace la siguiente nota:
“Compañero Mira: Reconozco vuestro agotamiento físico, porque el vuestro es el mío propio; pero ¿qué queréis, amiguitos? La guerra es cruel. No obstante, la situación ha mejorado. Vosotros tenéis que continuar en vuestro puesto hasta que os reemplacen, que será fácilmente hoy mismo. Os saluda, Durruti"
Sobre las 13:00 del 19 de noviembre, hay una desbandada entre los defensores del Hospital Clínico, Durruti se apresura a ir para hablar con ellos.
A la altura de la calle de la Viña en un chalet ocupado por fuerzas de la Columna Durruti, observó a unos milicianos que estaban allí tomando el
sol, tras una tapia Aquella zona no estaba batida por el fuego y Durruti bajó a hablar con estos hombres En aquel mismo lugar, Durruti fue herido de muerte y la revolución española sufrió el más duro e inimaginable revés.
(Eladi Romero La Columna Durruti 26 División del Ejército Popular de la República, 2017)
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Archivi di guerra. Colonna Durruti Documental italiano de montaje con imágenes de algunas de las películas producidas por la CNT. Se centra principalmente en la actividad de la Columna Durruti por tierras de Aragón, comenzando con la situación social y económica de España a principios de los años 30 y finalizando con imágenes del entierro de Durruti. La locución es en italiano.
Documental: La Guerra Civil en la Ciudad Universitaria | España al descubierto Una producción de la cadena televisiva DMAX, que puede resultar interesante .






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